El libro electrónico (e-book) de 1.949 a 2.011.

La digitalización de los libros fue un proceso que comenzó en Estados Unidos en el año 1.971 bajo el nombre de: «El Proyecto Gutenberg», y de la mano de «Michael Hart» que en aquel tiempo era un estudiante de la «Universidad de Illinois» (Chicago, EEUU). El proyecto en cuestión partía de la idea de poder crear una biblioteca como las de siempre, solo que en lugar de utilizar libros de papel, usando los recientemente incorporados a la vida cotidiana ordenadores, para de esta forma poder compartir «copias digitales» de los libros de forma rápida y barata ya que un mismo libro podría ser leído por cientos o miles de personas a la vez, algo imposible para un ejemplar en papel. El primero de estos libros digitales o «eText #1» (texto electrónico número 1) como fue llamado, se creó en 1.971 y fue la «Declaración de Independencia de los Estados Unidos» ya que resultó que dicho libro se encontraba normalmente en la mochila de Michael Hart y por ello fue el escogido para la «prueba piloto», quizás porque era el que estaba «mas a mano», o tal vez en un «golpe» de patriotismo, quien sabe, aunque poco importa realmente ya que fue el primero de una larga lista que se ha ido ampliando durante décadas y que ha llegado hasta nuestros días ya que actualmente dicho proyecto sigue en activo y se añaden miles de libros nuevos cada año que están a disposición de cualquier persona a través de Internet.

Tener libros digitalizados es vital por supuesto y un tesoro de incalculable valor a nivel cultural ya que se puede tener copias de seguridad de los libros en múltiples lugares y prácticamente a coste cero, pero para que este nuevo formato de libros pudiese llegar al gran público no se podía depender de la lectura en una pantalla de ordenador, y menos en las pantallas existentes en aquel tiempo, para ello hacia falta tener dispositivos móviles donde poder leer estos libros de forma electrónica pero con un aspecto lo lo mas parecido posible al natural.
Por ello, en el año 1.997 se comienza a investigar la llamada «e-ink» o tinta electrónica, con la capacidad de poder «dibujar» o representar una pagina de un libro y no borrarse aunque este se desconecte de la electricidad, al contrario que ocurriría con cualquier pantalla, por explicarlo de una forma sencilla. Mientras tanto, en 1.998 salieron al mercado los primeros libros electrónicos, pero como aun no estaba disponible para el mercado la «tinta electrónica» estos salieron con pantallas LCD monocromáticas (pequeñas pantallas «de ordenador» planas y en blanco y negro) con las limitaciones a nivel de consumo de energía y molestias visuales que conlleva usar este tipo de pantallas, pero bueno, fueron las primeras y de alguna forma había que empezar con los «e-books» o libros electrónicos. En el año 2.000 el genial novelista Stephen King publicó su novela «Riding Bullet» únicamente en formato electrónico con idea de impulsar esta nueva tecnología. Al fin en 2.002 se presentó la tinta electrónica tras aproximadamente 5 años de desarrollo en el famoso «MIT» (Instituto de Tecnología de Massachusetts, EEUU) aunque hasta 2 años después no llego a la fase de comercialización, al fin en 2.004 los «e-books» empezaron a incorporar la tinta electrónica y el desarrollo de estos aparatos empezó su verdadero «despegue» con un empujón especialmente importante por parte del gigante de venta de libros (entre otras cosas), «Amazon» y a su lector de libros «oficial» el ya mítico «Kindle» que salió al mercado a finales del año 2.007 y que desde entonces ha sido líder de ventas en todo el mundo hasta el año 2.010 donde la aparición del iPad de Apple ha hecho tambalearse el mercado cambiando «las reglas» del juego para siempre. (aunque como dijo «Enrique Bunbury»: «para siempre me parece mucho tiempo», y en la informática y la electrónica nunca hay un “punto y final” sino mas buen muchos “puntos y aparte”.)

«DOÑA ANGELITA», UNA AUTÉNTICA VISIONARIA.

Pero si fue en 1.971 cuando comenzó el despertar de la palabra escrita hacia «los caminos digitales», ya hacía algo mas de 20 años que una mujer española, gallega para mas señas, se había adelantado sin saberlo aproximadamente unos 50 años a la industria ya que en 1.949 patentó lo que podríamos denominar el «abuelo» de los actuales libros electrónicos. En aquel caso, no era electrónico, mas bien mecánico, eléctrico, y neumático (impulsado por aire a presión), pero a efectos prácticos se trataba de un pequeño libro, con «botones» donde un alumno podía elegir entre varias opciones haciendo que el libro mostrase bajo un cristal de aumento (a modo de lupa) distintas laminas donde se encontraba escrita la información deseada.
El nombre de esta mujer era Ángela Ruiz Robles (1895-1975) aunque se la conocía como «Doña Angelita», era una maestra de escuela del Ferrol (La Coruña, Galicia) que tenía una gran pasión por su labor de enseñar hasta el punto de concebir esta idea revolucionaria de un libro hecho con las mas modernas tecnologías de la época que pudiese aportar tres ventajas fundamentales, por un lado, permitiría reducir el peso de las mochilas de los niños ya que en un único libro se podrían almacenar varias materias, por otro lado sería una forma de hacer mas interesante el aprendizaje mediante el uso de un moderno aparato que sin duda llamaría la atención de los alumnos y por último este invento también permitiría adaptar la enseñanza a cada alumno de forma personalizada dependiendo del nivel de cada uno.
Doña Angelita llego a recibir la «Cruz de Alfonso X el Sabio» por su aportación a la ciencia ya que a lo largo de su carrera llego a escribir hasta doce obras de carácter científico y ni que decir tiene que fue una de las pocas inventoras de la época y además orgullosa de su tierra ya que incluso intentaron comprar su patente del «libro mecánico» desde Estados Unidos pero ella rehusó venderla porque no quería que su invento saliese de su lugar de origen.